viernes, 21 de mayo de 2021

La Meditación: del deseo del ego al anhelo del alma.


"Al estado supremo no se va, usted es el estado supremo"
Nisargadatta Maharaj

La practica de la Meditación consiste, en su esencia, en sentarse en el reconocimiento de ese estado supremo que no podemos alcanzar porque ya lo somos, ya está totalmente presente, solo podemos reconocerlo. Cuando practicamos así, la mente, esa mente tan incansable e inquieta que tenemos, se va tranquilizando. En realidad son todo el cuerpo-mente y su sensación de identidad asociada- el ego- los que se tranquilizan. Desde esa tranquilidad y el silencio pueden empezar a emerger niveles mucho más amplios, pacíficos y plenos de conciencia. Y digo amplios porque se experimentan literalmente como una expansión más allá de nuestro ego asociado al cuerpo-mente.

Cuando estamos disfrutando de esos estados expansivos más allá de nuestro pequeño yo, son tan gozosos, que podemos desear intensificarlos o que no se acaben. Pero no funciona, cuando deseamos así, generalmente ese deseo hace que el estado expansivo se termine, volviendo a contraernos a nuestra sensación de identidad habitual con el pequeño yo o ego (pequeño, sobre todo en comparación con la conciencia que se expande hasta perder los limites). Y ello ocurre así porque ese mismo deseo surge de nuestro ego, en cierto sentido es nuestro ego, por ello cuando deseamos disfrutar del estado meditativo, lo perdemos y nos contraemos a nuestra identidad habitual.

Más allá de los deseos del ego está el anhelo del alma, que, desde capas de la psique más profundas que la mente, nos lleva a dejarnos ser y dejarnos hacer por la meditación, permitiendo que nuestro estado se expanda a niveles más sutiles, plenos y gozosos. Lo que busca el alma con su anhelo es esa plenitud, esa satisfacción plena, esa vuelta a nuestro hogar real que todos intuimos. Tenemos esa intuición pero no sabemos donde hallar eso que tanto anhelamos, y por eso lo buscamos a través del deseo persiguiendo cosas que acaban siendo meras gratificaciones sustitutorias y que nunca acaban de satisfacernos.

Esa es la relación entre el deseo y el anhelo, con el deseo nuestro pequeño yo busca esa plenitud y esa satisfacción plena que intuye, pero que nunca acaba de conseguir y que solo empieza a atisbarse cuando silenciamos nuestro cuerpo-mente, nuestro ego, y nos dejamos llevar a lo profundo por el anhelo del alma. Este anhelo, aunque sea mezclado con muchas otras motivaciones personales, es el que nos lleva a comprometernos con una practica espiritual contemplativa. Puede surgir espontáneamente o después de haber tenido una experiencia
 espiritual cumbre o meseta, que hace que nos pongamos a practicar para recobrar ese nivel de consciencia de forma más estable e integrada.

Además de la Meditación, viene bien algún tipo de practica para ejercitar el mantenerse en esa conciencia meditativa, en esa presencia consciente, en la acción de nuestras vidas cotidianas, y no meramente mientras nos sentamos a meditar. En mi caso esa práctica es el Yoga Dinámico, en el cual se fluye a través de movimientos y se adoptan determinadas posturas con exquisita sensibilidad al cuerpo y sus sensaciones. Uno siente las sensaciones del cuerpo desde esa presencia consciente meditativa, un adiestramiento ideal para luego mantener esa conciencia en los distintos momentos de nuestra vida cotidiana. Por supuesto, para eso se puede usar cualquier otra practica psicofísica de las distintas tradiciones espirituales: hatha yoga en general, taichi, etc.

Al final, como el estado supremo es omnipresente, no hay momento ni lugar en que no esté ya plenamente aquí y ahora, de lo que se trata es de ir cultivando ese reconocimiento para ir viviendo nuestras vidas, cada vez más constantemente, desde esa libertad (porque la conciencia no está atada a ninguno de sus objetos) y plenitud (porque la conciencia lo puede abarcar todo en un abrazo integral).


2 comentarios:

  1. Quisiera ahondaras sobre los anhelos del alma para lograr esa expansión a niveles más sutiles.Has aportado una valiosa reflexión sobre la meditación que ayuda a no perder la perspectiva. Gracias.

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